Las Casualidades de los mellizo y la bicicleta robada

De nuevo un cuento de Claudia y sus mellizos, a ver qué ocurre en esta ocasión...


Las casualidades de los mellizos y la bicicleta robada                                 


  --¡¿Pero qué?! ¿Dónde está mi bici?— Exclamó Daniela extrañada.

  --Seguro que ha sido Pedro— Dijo Julia.

  --Julia, mejor que tú te calles— Dijo Simón.

  --Chicos, tranquilos, olvidemos lo de Julia y ya está, fue un error, cualquiera puede cometerlos— Dijo Lucas. 

  --¡Hola, chicos! Yo estoy aquí bebiendo agua en la fuente— Dijo Pedro.

  --Carla, Julia, Daniela, Lucas, Simón, Luis, Pedro y yo— Contó Jose— Pues  estamos todos.

  --¿Quién habrá sido?— Preguntó Carla.

  --No sé, pregúntaselo a la bici de Dani, a ver si te lo dice— Dijo Jose con ironía— Si lo supiéramos ya lo habríamos dicho, no hace  falta que preguntes.

  --Ya lo sé, es para que quede más tipo detectives— Se excusó Carla.

  --Que esto no es un cuento, no ves que es la vida real— Dijo Jose.

  --Pero…

  --Chicos, ya está, ahora vamos a investigar que ha podido pasar— Dijo Lucas interrumpiendo a Carla.

  --Yo os ayudo— Dijo Pedro.

  --Y yo por supuesto— Dijo Luis.

  Los demás se miraron raros entre sí.

  --¿Por qué os miráis así?— Dijo Pedro.

  --Porque de Luis nos lo esperábamos, pero ¿de ti?— Dijo Simón hablando por los demás (sus compañeros).

  --Bueno, no sé qué ha pasado, pero desde luego, no he sido  yo,  y además mi único compinche era Luis. Ya sabéis que no tengo a nadie más, no les caigo bien a los chicos y chicas de clase— Dijo Pedro.

  --Habrá que esperar a mañana, si el que la ha robado es tonto o tonta, irá en bici mañana, al cole y así Daniela nos dirá si es la suya o no— Dijo Simón.

  A la mañana siguiente estaban allí todos en el aparca bici del cole. Y de pronto Daniela dijo:

  --¡Esa es mi bici!

  --¿Cuál?— Preguntó Luis.

  --La que está aparcando Bartolo— Dijo Daniela.

  --¡Corre, vamos antes de que se vaya!— Gritó Lucas mientras corría.

  Una vez allí Daniela le dijo a Bartolo:

  --Esa es mi bici.

  --Que dices, esta es mía— Dijo Bartolo.

  --Daniela, tu bici tenía algo peculiar que no tenga la de Bartolo— Dijo Simón.

  --No— Dijo Daniela.

  --Pues entonces no hay pruebas— Dijo Jose.

  --Espérate, Jose, no te adelantes— Dijo Simón— ¿Y la tuya, Bartolo, tiene algo peculiar que demuestre que es tuya?

  --Sí— Dijo Bartolo— Estas pegatinas del Real Madrid.

  --¿Tiene estas pegatinas tu bici, Daniela?— Preguntó Simón.

  --No— Dijo Daniela.

  --Bueno, y qué, puede haberla robado, y ponerle las pegatinas para que nos creamos que no ha sido él— Dijo Carla.

  --Buena observación Carla, pero la bici de mi hermana, tiene un sillín diferente y tiene las ruedas más delgadas que las de Bartolo— Dijo Lucas.

  --¿Y tú cómo sabes que mi bici es así?— Preguntó Daniela sorprendida.

  --Sabes, yo también soy observador— Dijo Lucas.

  --Bueno, eso ahora da igual, lo importante es si lo que ha dicho Lucas es cierto— Dijo Pedro.  

  --Sí, es cierto— Dijo Dani.

  --¿Y tú que tienes que ver Pedro? Si tú eres el que siempre roba y esas cosas— Preguntó Bartolo.

  --Pues porque me han acusado, y quiero  demostrar mi inocencia, y que no  tengo cómplice— Se justificó Pedro.

  --Bueno, pues yo no he sido, ya lo habéis visto— Dijo Bartolo.

  Después de ir al cole, se reunieron todos en el sitio donde se robó la bici  (la cancha de baloncesto).      

  --¡NO!— Exclamó Luis.

  --¿Qué pasa?— Preguntó Julia.

  --Qué mi cámara se quedó grabando ayer cuando la colgué en el manillar de mi bici, y ahora no tiene batería— Explicó Luis.

  --¡GENIAL!— Dijo Simón.

  --¡¿CÓMO QUE GENIAL?!— Exclamó Luis.

  --Pues porque puede que haya grabado quién robó la bici— Dijo Simón.

  --Y a que esperamos, vamos a ver el vídeo— Dijo Pedro.

  --No— Dijo Lucas.

  --Como que no, ¿Es que acaso eres el culpable y no quieres que lo veamos o qué?— Dijo Jose.

  --No, es porque Luis acaba de decir que está sin batería y habrá que cargarla— Se justificó Lucas.

  --Es verdad, y además, tengo hambre, me voy a casa a merendar—  Dijo Jose.

  --¡Y Lucas no te olvides de decirle a tu madre que le pase la receta de los  crêpes a mi madre!— Le recordó Jose ya alejándose.  

  --¡Si tranquilo, lo haré!— Gritó Lucas.

  Al siguiente día, fueron al cole, y después de eso a la cancha, otra vez. Luis llevó su cámara y enseñó el vídeo.

  --Parece que no se ve a nadie— Dijo Jose.

  --¡SSSSHHHHHHHHHH!— Gritaron los demás.

  --Hay que observar— Dijo Luis.

  --¡Mirad, ahí ya no está la bici de Daniela!— Dijo Pedro.

  --A ver, rebobina— Dijo Julia.

  Luis rebobinó.

  --Pues sí, efectivamente ahí ya no está mi bici— Dijo Daniela.

  --Pero, no sé ve bien quién fue— Dijo Carla.

  --Estaba anocheciendo y casi no se ve nada— Dijo Luis.

  --No, te equivocas, no estaba anocheciendo, es que la persona que robo la bici iba vestida de negro. Ah y se ve oscuro porque está casi al mínimo de luminosidad.

  --Bueno es hora de comer, vámonos a casa— Dijo Jose.

  --¡Pero bueno! ¿Es qué tú siempre piensas en comer?— Preguntó Pedro.

  --No me conoces— Dijo Jose, y se marchó.

  Los demás se fueron detrás y ya no se volvieron a ver hasta el siguiente día de colegio, porque esa tarde tenían muchos deberes que hacer.

  A la hora del recreo, se juntaron todos y dijo Daniela:

  --Chicos, ayer cuando íbamos de camino a casa para almorzar, vi una bici como la mía. Y la persona que la montaba iba muy deprisa, pero cuando se lo dije a Lucas el miró rápidamente, y vio que el que iba encima, llevaba una sudadera azul marino oscuro, unos pantalones vaqueros negros y un gorro de montaña negro.

   --Sí es verdad lo vi, no sé si era del cole o no, pero cuando vio que le estábamos mirando, aceleró y desapareció de la velocidad a la que             iba— Justificó Lucas.

  --¿Qué raro? ¿Quién podrá ser?— Preguntó Carla.

  --RING RING RING— Sonó el timbre para que los chicos volvieran a clase.

  --Bueno, después seguimos hablando— Dijo Simón.

  --A las 17:30 en la cancha— Dijo Lucas cuando estaban al pie de la escalera.

  Y efectivamente, allí estaban todos, Las Casualidades de los mellizos, Pedro y Luis. Bueno todos menos Lucas y Daniela.

  --¿Dónde se habrán metido estos dos?— Dijo Jose.

  --¡Hola, chicos! Sentimos haber llegado tarde, es que como Daniela no tiene bici la he tenido que llevar aquí en el manillar conmigo y así se va mucho más lento— Se volvió a justificar Lucas.

  --Bueno sigamos hablando— Dijo Luis.

  --Oye, ¿por qué no mejor dejamos un poco el caso atrás y jugamos un partido de basket?— Dijo Carla.

  --Ok— Dijeron los demás.

  Al día siguiente en el cole en la entrada había alguien, alguien diferente.

  --¡Hey! ¿Tú quién eres?— Preguntó Daniela a alguien que no tenía el uniforme del colegio, si no que iba con sudadera negra, vaqueros negros, camiseta negra y gorro de montaña negro, pero había algo que destacaba, quién sería ese personaje que estaba debajo de toda esa ropa de ojos azules brillantes y súper bonitos, alguien que acababa de soltar una bici como la de Dani, alguien a quién sólo se le veían esos ojos azules. Se le acumulaban los casos, pero para saber quién robó la bici, tendrían que descubrir quién era ese.

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